La educación inicial es fundamental para los niños, pues es de los 0 a los 6 años cuando el cerebro humano presenta una mayor disposición a recibir estímulos que favorecerán su socialización, creatividad y aprendizaje. En esa etapa, el niño aprende a relacionarse con otros, a desarrollar la responsabilidad, la solidaridad y la importancia de respetar las reglas, además de una serie de hábitos que forjarán su carácter, todo ello en un ambiente lúdico y grato que le proporcionará confianza y seguridad en sí mismo.
Asimismo, es en el preescolar donde los niños empiezan a dejar de lado su egocentrismo porque se dan cuenta de que el mundo no gira alrededor de ellos y que hay otras personas a las que debe considerar y respetar. Es el lugar donde aprenden a ser más independientes y autosuficientes pues no están los padres para ayudarlos, por no les queda más opción que hacerse cargo de sus propias cosas y aprender a pedir ayuda solamente cuando la necesitan.
Adicionalmente, su asistencia regular al preescolar, además de ofrecer actividades estructuradas en un ambiente controlado y seguro, puede ayudar a detectar anomalías físicas o psíquicas, que podrán ser canalizadas y tratadas a tiempo por especialistas.
Por último, los padres deben tener presente que el sistema educativo privado de Guatemala ha establecido ya ciertos estándares de desarrollo. La mayoría de centros educativos esperará que, cuando los niños inicien determinada etapa educativa, cumplan ya con los mismos.
Si tu pequeño aún no asiste al preescolar, está perdiendo la oportunidad de desarrollar importantes habilidades sociales, cognitivas y motoras que le serán de gran utilidad a corto, mediano y largo plazo, tanto en su vida personal, como académica e, incluso, profesional.
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